Carlos Fernández Salinas

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Carlos Fernández Salinas (Gijón, 1961), trabaja en el Centro Jovellanos de Gijón como Jefe de Área VTS de Salvamento Martítimo, siendo el responsable de la formación de los controladores de tráfico marítimo españoles. Asimismo es experto internacional de la IALA (Asociación Internacional de Autoridades Responsables de las Ayudas a la Navegación), con sede en París. Ha publicado artículos en la práctica totalidad de publicaciones del sector de la seguridad marítima, incluido el Seaways y el Journal of Navigation de Cambridge University Press.

Comenzó su actividad literaria obteniendo el 3º Premio en el I concurso de narrativa náutica «Villa de Gijón» con con el relato La pasajera del camarote 53, en Julio de 2001. Éste fue el primero de una larga carrera de premios literarios en el ámbito del relato corto, que supera el medio centenar de premios alcanzados. El último premio que obtuvo fue en el año 2015, en el Certamen «Villa de Monfrío» con el relato Candela y el mundo.

Anteriormente, en el año, 2013, publica la antología de relatos sobre la mar Lo que mar esconde. Este libro de relatos no es solo el fruto que el pescador iza en sus redes para subsistir en las villas marineras. Lo son así mismo los fragmentos rotos de la memoria que pescadores y marinos jubilados dragan en los fondos enlodados tras la dársena de su juventud, obligados a embarcar entonces en buques mercantes y enfrentarse a tempestades lejos de sus seres queridos. Esa vida itinerante que curte la piel y barniza los recuerdos de salitre.

En el 2016 gana el Premio Eurostars de Narrativa de Viajes con la novela Los marinos prudentes leen las olas entre paréntesis.

Los marinos prudentes leen las olas entre paréntesis

Esta es la historia del viaje físico, pero también sentimental, que emprende el joven Darío a bordo de un barco mercante que recorre buena parte de los océanos huyendo de sí mismo y de una infancia marcada por el abandono de su madre, que se dio a la fuga con su
cuñado cuando Darío era un bebé. Ahora que ha crecido y madurado vive en permanente búsqueda de esos dos fugitivos para preguntarles, sencillamente, por qué. Y es también la historia de San Andrés, un pueblo asturiano habitado por personajes como Francisca, la tía de Darío y una pescadera de armas tomar, o Elva, la argentina echadora de cartas, o, incluso, el propio padre de Darío, el farero del lugar, un hombre aferrado a su promesa de no salir jamás del faro hasta que su amor regresara.

Con un tono envolvente y onírico Los marinos prudentes leen las olas entre paréntesis se nos presenta como un texto lúcido y evocador, y su autor, Carlos Fernández Salinas, como un narrador capaz de conducirnos, con su prosa serena, mágica e irónica, a lugares imaginarios que llevan a un destino inusitado: la pervivencia del recuerdo como única realidad certera a la que aferrarse.

Lo que la mar esconde

Lo que la mar esconde no es solo el fruto que el pescador iza en sus redes para subsistir en las villas marineras. Lo son así mismo los fragmentos rotos de la memoria que pescadores y marinos jubilados dragan en los fondos enlodados tras la dársena de su juventud, obligados a embarcar entonces en buques mercantes y enfrentarse a tempestades lejos de sus seres queridos. Esa vida itinerante que curte la piel y barniza los recuerdos de salitre.