Esta semana disfrutaremos con una nueva reseña de Dani A. Díaz quien, para esta ocasión, nos comenta la novela El antiguo camino, de James Oliver Curwood. ¿Las has leído?
El antiguo camino de James Oliver Curwood
Reseña de Dani A. Díaz
¡PONGA UN CURWOOD EN SU VIDA!
Lo dije, lo mantengo y continuaré aseverándolo… ¡Bendito el día que escogí una novela del célebre autor americano en una feria del libro de ocasión en Alcalá de Henares!
Desde esa venturosa jornada mi vida literaria ha cambiado… ¡Y de qué manera! ¡Qué filón inagotable, qué fresco manantial, qué fertilidad en cuanto a momentos sublimes, emocionantes, apasionados!
Acudo a cada título con un doble sentimiento: la certeza de que se trata de una apuesta segura y la incertidumbre de si se tratará de otra gran novela (“sin más”) o se producirá un nuevo milagro en forma de libro de cabecera inolvidable (ya van varios).
Queda claro que cuando ya se han degustado una quincena de sus obras nada es fruto de la casualidad: Curwood ha llegado para quedarse y catapultar mi alma a
- las inmensidades canadienses,
- los desiertos blancos,
- las tierras de los lobos, osos, caribús,
- las guerras coloniales entre Francia e Inglaterra,
- las soledades de los tramperos,
- la vigilancia de la Policía Montada,
- las hostilidades de las tribus indias,
- un mundo virgen donde la Madre Naturaleza reina en todo su esplendor y sus habitantes viven y mueren imbuidos de sentimientos puros.
Prosa, personajes, escenarios y tramas
“EL ANTIGUO CAMINO” vuelve a reunir las características que me han cautivado desde el primer encuentro:
- una prosa fluida, evocadora, romántica, vigorosa;
- unos personajes construidos de una pieza, sin sutilezas ni fingimientos;
- unos escenarios atractivos y majestuosos;
- unas tramas sencillas en su planteamiento, pero que se desgranan con el corazón desbocado…
En la presente ocasión, un aventurero tras años de exilio en otro continente regresa a su Canadá natal dispuesto a cobrarse una pesada deuda: castigar al culpable de la muerte de su padre.
Road-movie, tragicomedia, épica, romance…
Tras esa inicial premisa asistiremos a un cóctel delicioso de varios subgéneros:
- un estilo road-movie con la recolección de compañeros de ruta en el que asomarán tintes dickesianos (la tierna ayuda a un muchacho y a su perro que viven en condiciones míseras),
- la tragicomedia costumbrista (dos robustos campesinos que se odian a muerte al enamorarse de la misma dama),
- la épica (los denodados esfuerzos de los leñadores por talar bosques y conducir los troncos entre los temibles rápidos),
- el romance (el protagonista caerá rendido ante los encantos de una bella e intrépida mujer),
- la novela histórica (con esos recuerdos preñados de admiración, respeto y nostalgia por la Nueva Francia de hace doscientos años, ese Quebec por el que no pasa el tiempo y que conserva la impronta de los primeros exploradores),
- el drama (un magnate sin escrúpulos dispuesto a arruinar a pequeños propietarios),
- el western (escenas oníricas en un cementerio indio con reunión de los principales jefes iroqueses),
- el bélico (recuerdos terribles del barro de las trincheras en la Primera Guerra Mundial) …
El lector asistirá asombrado a un cúmulo de pasiones a flor de piel, planes de venganza, alternativas amor/odio, amistades inquebrantables, suspense paralizador, persecuciones implacables, clímax acuciante…
Prosa palpitante
Y todo ello, insisto, envuelto en esa prosa palpitante, briosa, honda, escrita a golpe de latidos y con el alma impresa en el papel.
Como novedad nos encontramos con una época más moderna (escenas en trenes y estaciones ferroviarias e, incluso, un alocado paseo en avioneta) y con dos vibrantes secuencias de pugilato que resultan obras maestras en sí mismas: se llega a sentir la dureza de los golpes, el dolor en los nudillos y el salvajismo de las acometidas.
El ritmo sostenido se ve adornado de manera paulatina con golpes de efecto, atractivos personajes secundarios, carrusel de emociones hasta llegar a un capítulo final impetuoso, intenso y dramático como pocos.
Epílogo
Un epílogo de postín para una novela redonda, amena, entretenida y emocionante. ¿Quién da más?
En serio, por favor, quien no se haya asomado aún al universo de JAMES OLIVER CURWOOD, aún está a tiempo de reconciliarse con una literatura excelsa.
¡Gracias, maestro, por haberme brindado la oportunidad de conocerte!
Descubre las reseñas de Dani A. Díaz sobre las obras de James Oliver Curwood
El autor
James Oliver Curwood (Owosso, Michigan, 1878 – 1927) fue un narrador, periodista y conservacionista estadounidense.
Su obra dio motivo a numerosísimas adaptaciones cinematográficas, entre las cuales se pueden citar The Trail Beyond (1934), God’s Country and the Woman (1937), The Wolf Hunters (1949) y El oso (1988) por el director francés Jean-Jacques Annaud.
Datos del libro
EL ANTIGUO CAMINO
James Oliver Curwood
Barcelona, 1934
Editorial Juventud. Obras Maestras