Esta semana disfrutaremos con una nueva reseña de Dani A. Díaz quien, para esta ocasión, nos comenta otra novela de Julio Verne, en esta ocasión la titulada París en el siglo XX. ¿La has leído?
París en el siglo XX de Julio Verne
Reseña de Dani A. Díaz
UNA NOVELA INÉDITA DE JULIO VERNE
(Dedicado a Javi “El utópico” quien me recomendó su lectura)
Siempre a la caza y captura de la obra menos conocida del célebre escritor francés, un gran amigo me ha regalado la sabrosa oportunidad de disfrutar de una novela que no se publicó ¡hasta 1994!
Novela inédita
De hecho, no se encontró en el legado de la familia Verne a la ciudad de Nantes en 1980 y apareció en la caja fuerte de Michel Verne.
Un feliz hallazgo que nos permite conocer el espíritu que alimenta una de las obras de juventud del genial autor.
Anotaciones en los márgenes (manuscrito original)
Y, más aún, en los márgenes del manuscrito figuran anotaciones de su editor, Pierre-Jules Hetzel, rechazando su publicación y menudeando las correcciones, por lo que nos encontramos con un verdadero tesoro.
Todo apunta a que fue escrita tras la exitosa “Cinco semanas en globo”; sin embargo, parece ser que no reunió las condiciones necesarias para ver la luz y continuar el sendero de gloria.
Anticipación
Como resulta habitual en su bibliografía, estamos ante una novela de anticipación trasladándonos al año 1960; de ahí su título: “PARÍS EN EL SIGLO XX”.
Los primeros capítulos recrean la atmósfera futurista de la gran capital europea, una gigantesca urbe que se ha expandido hasta límites insospechados y por la que pululan millones de seres que aprovechan las ventajas de sofisticados medios de transporte.
Destaca lo práctico, monetario y mercantil
La ingeniería, la física, la química, y la mecánica son las diosas a adorar, en detrimento de las musas artísticas.
Reina una obsesión por lo práctico, lo mercantil, lo monetario y se abandonan las ramas del saber orientado al alimento espiritual.
El griego y el latín han desaparecido como asignaturas, se mira con burla a los premiados en poesía, los clásicos de la literatura enmohecen en estanterías olvidadas, la sensibilidad musical se ha transformado en ruidosas composiciones y el teatro se fabrica en serie como si de una producción industrial se tratase.
Asombrosa imaginación
La imaginación de Verne es asombrosa, amén de su capacidad como profeta:
- grandes avenidas iluminadas por el demonio de la electricidad,
- trenes especiales atravesando la ciudad,
- coches impulsados por gas,
- un canal gigantesco comunica París con la costa,
- ingeniosos sistemas de seguridad en las cajas fuertes de los bancos…
Michel Dufrénoy
Lo que parece que va a resultar una mera y fría enumeración de cambios propiciados por las incansables invenciones cobra bríos cuando se añaden elementos dramáticos con la introducción del principal protagonista, Michel Dufrénoy, y de una serie de personajes (amigos y villanos) que propiciarán sabrosos diálogos y enconados enfrentamientos de caracteres.
El alma de nuestro joven héroe se resiste a quedar enjaulada en un trabajo rutinario, sin perspectivas de mejoras ni ascensos, y busca su liberación anhelando hacerse un hueco en el mundo de las letras.
Obstáculos de dimensiones ciclópeas se alzarán en su camino y servirán para que Verne se lance a una crítica corrosiva de la sociedad parisina.
Humor, amor y ternura
No faltará una pátina de humor, máxime en las reuniones de tres camaradas, últimos baluartes de los tiempos pasados.
Y habrá momentos de amor y ternura con el protagonista felizmente enamorado de una bella joven, hija de un profesor de retórica.
Merecen subrayarse dos capítulos en concreto:
- en uno de ellos se hará un extenso repaso a la historia de la literatura francesa, con profusión de autores y características bajo el manto de una metáfora militar;
- en otro se analiza el Gran Depósito Dramático o la transformación del teatro con textos revisados según el gusto de la época actual y las obras tratadas como materias primas en una factoría.
Marca de la casa…
Se aprecia ya una de las marcas de la casa que será una constante en su dilatada trayectoria: las largas enumeraciones.
La tercera y larga lista corresponderá a las tumbas del famoso cementerio de Pére-Lachaise logrando un angustioso clímax con el protagonista zarandeado por el azote de la miseria, aterido por el frío invernal, con las entrañas sacudidas por el hambre y con su novia en paradero desconocido.
Son páginas emocionantes, desgarradas y estremecedoras que cautivan el alma del lector y dejan asomar el pesimismo de Verne planteando un suculento debate:
¿Era partidario feliz del imparable progreso inventor o, por el contrario, preveía que quizás la acumulación de ingenios traería la amargura al ser humano?
En resumen
Todo esto y más encontraremos en una novela interesante, entretenida y que constituye una rareza, una pieza de coleccionismo, una reliquia a rescatar.
La editorial Planeta la presenta en tapa dura, con colorista sobrecubierta e incluyendo didácticos prólogos de Verónica Bedin y Piero Gondolo Della Riva.
Unas completas notas finales sobre la época y una magnífica ilustración con la firma de Francois Schuiten abrochan un volumen que gustará a todos los públicos y sobremanera a las legiones de devotos del mítico escritor galo.
¡Más que recomendable!
El libro
Título: París en el siglo XX
Autor: Julio Verne
Traductora: Celia Merino Redondo
Ediciones Akal (Colección Básica de Bolsillo / Serie Utopías)
Páginas: 208
Precio: 17.90 €.
El autor
Julio Verne
(Jules Verne; Nantes, 1828 - Amiens, 1905) Escritor francés considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción. Predijo con gran precisión en sus relatos fantásticos la aparición de algunos inventos generados por los avances tecnológicos del siglo XX, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales.
Sus inicios literarios fueron difíciles; sus piezas de teatro no tuvieron una divulgación importante, y recurrió a la docencia para sobrevivir. Desde 1852 hasta 1854 publicó algunos relatos en Le musée des familles, como Martín Paz (1852).
Obras
La obra que lo lanzó al éxito fue Cinco semanas en globo (1863), lo que lo estimuló a proseguir con la temática de la novela de aventuras y fantasía. Después llegaría Viaje al centro de la Tierra (1864). Su tercer gran libro fue De la Tierra a la Luna (1865), y el cuarto Alrededor de la Luna (1870), que relata el viaje propiamente dicho.
A estas obras iniciales siguieron pronto muchos libros memorables. Las aventuras del capitán Hatteras (1866), Los hijos del capitán Grant (1868), Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), La isla misteriosa (1874), Los hijos del capitán Grant y Veinte mil leguas de viaje submarino al retomar y relatar el destino de dos de sus personajes: Ayrton y el capitán Nemo.
Más allá de la ciencia ficción
Con el mismo interés fueron recibidas novelas de aventuras con una menor carga de ciencia y de fantasía, como La vuelta al mundo en ochenta días (1873).
También se alejan de la anticipación científica otras obras de gran éxito como Miguel Strogoff (1876) o Un capitán de quince años (1878).
Autor sumamente prolífico desde que se instaló profesionalmente en la escritura, es inevitable dejar de reseñar destacados libros suyos, como Las tribulaciones de un chino en China (1879), El faro del fin del mundo (1881), Dos años de vacaciones (1888) y Los viajes del capitán Cook (1896), entre muchos otros; su producción novelística supera el medio centenar de títulos.
Muchos textos de Verne, popularizados ya con rapidez en vida del autor, quedarían entre los grandes clásicos de la literatura infantil y juvenil del siglo XX.
De su obra póstuma destacan El eterno Adán (1910) o La extraordinaria aventura de la misión Barsac (1920).
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