Esther Rubio (Luarca). Mi madre es rosarina y mi padre asturiano, viví de niña en Villadiego, y me siento muy orgullosa de mis raíces. Fuimos emigrantes. Todo mi familia vive en la Argentina. Es profesora de Primaria y de Infantil, estudios que ha compatibilizado con el trabajo y el cuidado de su familia. Además de realizar cursos de Llingüa, Coaching con Pnl, conexión con el ser y control mental del método Silva. Diplomada en Neuroaprendizaje y Neuroenseñanza en el Instituto Néstor Braidot de Argentina. Es experta en Creatividad y valores por la Escuela de Pensamiento y creatividad de Alfonso López Quintás, en la Universidad Francisco de Vitoria. También pertenece a la Asociación de Poetas Valdesanos, desde el año 2000. Miembro de la Vaqueirada desde el año 2015, a la Asociación de Escritores Noveles de Gijón (AEN), asociación cultural Viento del Norte de Luarca. Ha quedado finalista en varios concursos literarios: entre ellos en Argentina, Miami, Asturias. Inicie mi camino en la poesía siendo una niña pues dentro de mí fluía como agua de manantial, en mis versos me refugiaba y aprendía casi sin saberlo a conocerme, a entenderme mejor. Por eso recomiendo a las personas que tienen un mundo interior amplio que lo expresen en papel, que lo saquen la superficie y así como un bello nenúfar flotarán en el agua de sus pensamientos y se volverán más conscientes de su propia esencia, que es sin duda: la luz y el amor que se desprende de cada rayo de sol. “ No basta sólo con imaginarlo , hay que crearlo”.
Espiral verde
Tres niñas: Luz, Amapola y Estrella, hacen un viaje imaginario en un coche viejo que abandonaron cerca de su casa, en un pequeño pueblo asturiano. El coche azul alza el vuelo y va cambiando de forma a medida que paran en distintos lugares como: la Torre de Hércules en Galicia,; en China, donde se encuentran con una niña ciega que toca el arpa; en Los Alpes en Francia, en donde tienen que buscar la flor de Edelweiss; en el museo del Moma en New York; y terminan en el Machu Pichu, antes de su regreso a casa. El espiral representa la vida que se va quemando poco a poco y que, si no se aprovecha, se consume lentamente hasta darte cuenta que no has disfrutado del camino. Es de color verde porque recuerdan a los espirales verdes que se utilizan para ahuyentar a los mosquitos. De pequeña cuando viví en la Argentina me solía perder mirando cómo se consumía el espiral y las cenizas caían al suelo. Las niñas representan a todas las mujeres, de todas las edades. En el camino recorrerán distintas aventuras y se irán encontrando con personas «diferentes» al resto por algún motivo, de las cuales aprenderán una gran lección de vida para volver a su casa y descubrir…
Semillas de libertad
«Semillas de Libertad es mi primer viaje poético. Nace de la recopilación de poemas escritos en diversos momentos de mi vida, para transmitir el retorno a la calma, el sentirse que uno forma parte del universo. Parar, respirar, observar y ver el mundo que creamos sin darnos cuenta. Nuestros pensamientos influyen en el modo que tenemos de vivir, todo depende del enfoque que le demos, puede ser un paraíso o un valle de lágrimas.
«El morir es tan divino como el nacer», es una frase que siempre repetía mi padre, una persona muy sensible que me hizo entender que la vida es para vivirla, y no sirve lamentarse después. Me siento en paz conmigo misma, y quiero transmitir que todos somos partes de la misma esencia».