Os recuerdo que si queréis conocer más a fondo las diferencias entre novela y guion, el proceso de escritura, y cómo se vende un guion, solo tenéis que seguir la serie de artículos que iremos publicando cada semana.
?DIFERENCIAS AL ESCRIBIR UNA NOVELA o UN GUION?
Hace ya mucho tiempo que existe un eterno debate sobre la conveniencia de considerar a los guionistas como auténticos escritores.
Lo cierto es que ante los ojos de una persona no iniciada, la única diferencia entre un escritor y un guionista es que este último escribe piezas que acabarán siendo —si hay suerte— un producto teatral, audiovisual o radiofónico.
Pero independientemente de lo que se haga con el texto en sí, la realidad es que guionistas y escritores hacen básicamente lo mismo: sentarse y escribir.
Ahora bien, no es lo mismo escribir un libro (sea un ensayo, poemario o novela) que escribir un guion. Y hablando de guiones de cine: no es lo mismo escribir una novela que una película.
¿Diferencias?
Recordamos: en la novela y el guion, el tamaño sí importa ?
La extensión ?
➡ Para empezar hay diferencias en cuanto a la extensión. Es difícil decir cuántas páginas suele tener una novela. No hay más que pasarse por una librería para comprobar que hay novelas más cortas y otras más largas.
Algunas se pueden leer en una tarde y otras nos pueden llevar días, semanas o incluso meses. Por eso, en la novela y en el guion el tamaño sí importa.
Sin embargo el guion tiene unos límites muy definidos al respecto de la extensión. Si bien todos conocemos casos de películas que duran tres horas, lo habitual es que una película dure entre una hora y media y dos horas.
Esto equivale a decir que un guion de largometraje suele tener (en el 99% de los casos), entre 90 y 120 páginas.
Si hablamos de un cortometraje lo lógico es que no tenga más de 25 o 30 páginas, siendo hoy en día mucho más habitual encontrar guiones de menos de 20 páginas (YouTube y las redes sociales han acortado nuestra paciencia hasta dejarla en unos pocos minutos).
La regla básica en cuanto a estilo dice que una página de guion equivale a un minuto de película.
Para que este estándar universal se cumpla hay que escribir con espaciado sencillo y con tipografía Courier New tamaño 12. Es así. No hay que darle más vueltas ni pensar en formas de ser creativo a la hora de elegir el tipo de letra.
Estéticamente todos los guiones del mundo son igual de feos (en las series españolas he visto guiones que se escribían en Arial, pero sólo Dios sabe de dónde surgió esa tendencia rebelde).
Las secuencias ???
➡ Otra gran diferencia es que el guion no se divide en capítulos, como sí ocurre con las novelas. El guion es un texto continuo dividido en secuencias. La secuencia es (y esto era pregunta de examen en la facultad) una unidad de espacio y tiempo.
Cada secuencia limita el espacio y el tiempo de la acción. Por eso, en la novela y el guion el tamaño sí importa. Esto significa que siempre que el relato tenga un salto de tiempo y/o lugar, se creará una nueva secuencia.
El ejemplo obvio es un personaje que se despierta en la cama y se da cuenta de que se ha dormido y va a llegar tarde al trabajo. Si lo siguiente que vemos es al tipo saliendo de casa a toda prisa para no perder el autobús entendemos que se ha producido un salto de tiempo y espacio (una elipsis) y ambas acciones corresponderán a dos secuencias distintas.
Los novelistas no tienen que preocuparse de crear nuevas secuencias. Ellos escriben de continuo, contando las cosas tal cual ocurren. Son así de afortunados.
Si eres escritor (ya sea de guiones o de novelas, profesional o aficionado) estas discrepancias no te resultarán extrañas. De hecho te parecerán obvias. Se trata de meros aspectos formales que, aunque importantes, no marcan un gran contraste a la hora de imaginar un relato.
El objetivo ?
➡ Última diferencia: el objetivo de ambos textos. Si bien una novela está pensada como un producto final que va a ser consumido por un lector, un guion no es más que el origen de un producto audiovisual en el que van a tomar parte un puñado de amigos (en el caso de cortos amateur) o cientos de profesionales a sueldo (en el caso de una película con un presupuesto respetable).
Esa es la gran diferencia.
El guion literario es algo así como una guía que debe inspirar a los diferentes departamentos artísticos que intervienen en la producción de la película. Todos ellos orquestados por el director, no por el guionista.
De hecho el guionista, tras reescribir múltiples versiones del guion para contentar al productor, al director y al actor o actriz protagonista (eso si tiene la suerte de que su guion pase a la fase de producción), verá como su obra cambia al ser moldeada por profesionales de diverso pelaje igual que cambia un hijo cuando abandona el hogar para convertirse en un hombre o mujer de provecho.
Un guion literario es el primer paso en la producción de una película. No es ni la obra terminada ni una guía técnica sobre su realización.
En muchas ocasiones, lo que se ve en la pantalla dista mucho de lo que el guionista tenía en mente cuando escribió el texto.
Pero a menos que tengas la capacidad de hacer el trabajo de cientos de personas a la vez, no te quedará más remedio que asumir que la película resultante es el producto de tu idea original.
A veces te parecerá mejor y otras peor. Pero el cine no es un arte individual. Es, posiblemente, el arte más colaborativo que existe. Y en mi opinión, ahí radica su grandeza.