Una vez más, queremos compartir las reseñas de novelas históricas de nuestro compañero, Ramón Villa, en la revista Zenda.
Carboneras
En 2018 Aitana Castaño (Langreo, Asturias, 1980) y Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981) publicaron el libro Los niños de humo, enternecedora, emocionante y nostálgica recopilación de relatos mineros que pudieron haber ocurrido no solo en la cuenca del Nalón —de la que ambos son oriundos—, también pudieron pasar en cualquier otra comarca minera.
Los niños de humo es una historia con la que varias generaciones de habitantes de las zonas minero-siderometalúrgicas se han visto y se ven identificados.
No conformes con lo conseguido con Los niños de humo, deciden continuar con otros relatos mineros, y publican un nuevo libro, titulado Carboneras, repleto de vivencias mineras rebosantes de emociones.
El libro es una obra escrita a cuatro manos; dos se ocupan de la descripción por medio de la palabra y otras dos se ocupan de la descripción gráfica.
En esa simbiosis perfecta que forman ambos, Aitana se ocupa de la palabra y se convierte en fiel cronista del sentir, del compañerismo y de la vecindad, sabiendo emocionar con su relato sobre la vida en las cuencas.
Alfonso se ocupa, como premiado ilustrador gráfico que es, de los paisajes y personajes mineros. Zapico, con su arte, es capaz de dibujar, con trazo fino e inteligente, la enorme carga emocional con que Aitana dota a los personajes.
El lector, a medida que va leyendo, casi sin darse cuenta, unas veces sonríe, otras se ríe a carcajadas y, sobre todo… Sigue leyendo
El primer senador de Roma de Juan Torres Zalba
En la Roma republicana, en los siglos antes de Cristo, para cualquier miembro de las familias patricias, su mayor aspiración era cubrir con éxito su cursus honorum, es decir, subir peldaños y progresar en su vida pública: militar, política y civil.
A lo largo de su existencia, el patricio, al llegar a la edad adecuada, debía someterse a los correspondientes comicios para acceder a las diversas magistraturas, a saber: cuestor, tribuno de la plebe, edil, pretor, cónsul, censor y por último llegar a ser nombrado, por aclamación de los censores, Princeps Senatus, que se traduce por “Príncipe del Senado” o “Primer Senador de Roma”, título reservado para el senador que lleva más tiempo en el cargo.
El título de la historia novelada de Juan Torres Zalba (Pamplona, 1973) El primer senador de Roma está motivado porque uno de los protagonistas de la obra, Marco Porcio Catón, ocupó el título de “Príncipe del Senado” hasta su fallecimiento en 149 a.C.
La acción se desarrolla entre los años 152 a 146 a.C., teniendo como protagonistas al ya mencionado Catón “El Viejo” y al nieto adoptivo de Publio Cornelio Escipión Africano, e hijo de natural de Lucio Emilio Paulo: Publio Cornelio Escipión Emiliano Africano.
«En esta situación de degradación y decadencia moral, la esperanza aparece al coincidir Catón y Emiliano en este momento histórico»
La historia relata el periodo en que se desarrolla la Tercera Guerra Púnica (149-146 a.C.), en la que ambos protagonistas tuvieron un papel decisivo.
Catón demostró una capacidad de análisis, una visión política y una oratoria ácida y mordaz, que durante años empleó para, con su sello personal, rematar todos sus discursos, en el Senado o en cualquier acto público con la frase «Carthago delenda est» («Cartago debe ser destruida»), sentencia en la que avisaba del gran peligro que podía suponer para Roma el resurgimiento del poderío económico, comercial, marítimo y militar de los cartagineses en el Mediterráneo.
Catón pretendía con esta frase mantener la tensión en la República, ya que para seguir creciendo y no acomodarse necesitaba un enemigo peligroso que impulsase a Roma como cabeza de un imperio.
El otro protagonista es… Sigue leyendo
Los Habsburgo de Martín Rady
«La finalidad de la obra es explicar su imperio, lo que ellos imaginaban y cómo los imaginaban, así como sus fines, sus proyectos y sus fracasos».
Martyn Rady, autor de Los Habsburgo, fundamenta la anterior afirmación dentro de la novela, al dar cumplida respuesta a los interrogantes de dónde, cómo, de qué manera, por qué, cuándo y quiénes de esta dinastía, de malos gobernantes —tarados genéticamente— causantes, con sus políticas, de las tres mayores guerras ocurridas en Europa, fueron capaces de formar una dinastía que se mantuvo mil años gobernando e influyendo en el mundo y en Europa.
¿De dónde son originarios los Habsburgo?
Cuenta la leyenda que Radbot, un caballero de la baja nobleza germana desde los tiempos de Carlomagno, pierde un azor, y sale en su busca; encontrándolo en un paraje ideal para una fortaleza.
Este lugar se halla en Argovia, al norte de la actual Suiza. Allí decide construir un castillo, que será el primer símbolo de los Habsburgo, que podríamos traducir por “los Halcones”, y decide llamar a la construcción Die Alte Burg (La Fortaleza Antigua).
Es una pequeña y modesta mole de piedra, con cuatro torres, tejados a dos aguas, rematadas con pináculos.
Una vez situados se plantea la siguiente pregunta: ¿Cómo unos nobles sin grandes posesiones, ni fortuna, ni grandes tesoros, fundan una dinastía que llegará a gobernar el mayor imperio del mundo, y, cuando lo pierden, logran aferrarse a lo que les queda y seguir siendo muy influyentes?
La respuesta se debe a… Sigue leyendo
Hijos del carbón de Noemí Sabugal
«De la mina de carbón, esa oscura garganta, salen las palabras de este libro». Noemí Sabugal
El minero del carbón no dejará de serlo nunca. Hoy es una especie en extinción.
Quiero iniciar mis comentarios como la autora termina el libro: hace referencia a los trabajos mineros, no olvidando que, para llegar a picar, aunque sean palabras, hay mucho que hacer.
La portada del libro representa una magnifica imagen de trozos de carbón. Da la impresión de que es carbón real.
El libro es fiel a las sensaciones mineras, y el lector, poco a poco, va sintiendo lo que la autora quiere, que solo con abrirlo se note el polvo en las manos, aunque sea polvo que no manche, como el auténtico.
Noemí Sabugal, con sus testimonios, análisis y descripciones, es capaz de hacer que el libro tizne y pinte el cuerpo, con pigmentos negros de carbono, y marque esa raya indeleble en los ojos, como si hubiésemos estado trabajando dentro de una capa en cualquier mina de carbón.
«Cuenta que su abuelo, Santos, salvó su vida de milagro, no una, sino dos veces por el mismo accidente»
Noemí Sabugal comienza presentando sus credenciales, con las voces que la autorizan, para escribir este libro que se puede calificar de ensayo, artículo periodístico, recopilación histórica, relato testimonial y emotivo.
Sus primeros recuerdos son para sus antepasados mineros, sus abuelos José y Santos, y su bisabuelo Ricardo.
José, con veinte años de trabajo en el interior de la mina, tenía los pulmones negros —de respirar el polvo de la atmósfera de la mina—, que le provocó silicosis de segundo grado.
Cuenta que su abuelo… Sigue leyendo
La ciudad de las lágrimas de Kate Mosse
«Junio de 1572: las guerras de religión llevan 10 años asolando Francia, e incontables vidas se han perdido en los campos de batalla. Sin embargo, el matrimonio entre Margarita de Valois y Enrique de Navarra puede cambiarlo todo: concertado por la astuta Catalina de Médici, supondría una alianza entre católicos y hugonotes, y lograría, por fin, la unificación del país».
Estas líneas entresacadas de la contra del libro serían suficientes para llamar la atención del lector. Mas no reflejan la realidad con la que se va a encontrar.
Nadie advierte al lector de que se verá desbordado por una catarata de emociones que va a desatar en él su lectura.
La Ciudad de las Lágrimas es el segundo libro de una tetralogía que cuenta los avatares y enfrentamientos de dos familias durante casi tres siglos.
La autora avanza en el prólogo, igual que hiciera en el primer volumen, La Ciudad del Fuego, que la trama llegará, al menos, hasta el 28 de febrero de 1862 en Ciudad del Cabo.
Kate Mosse, de manera magistral, va tejiendo la historia en capítulos cortos, desvelando muy poco a poco la trama, y el lector, sin darse cuenta, cae de súbito en la tela de araña.
Y para cuando se da cuenta, la autora lo ha convertido en testigo presencial, dándole un asiento de primera fila. Ese lector-testigo, a medida que va leyendo, y casi sin percatarse, se incorpora al relato, ya que siente, padece, sufre, ríe, disfruta y hasta es feliz como si fuese un personaje más de los que van apareciendo poco a poco en escena.
Varios de los personajes proceden de… Sigue leyendo