Blog

Cartas Marruecas de José Cadalso

Cartas Marruecas de Cadalso-reseña-Dani

Esta semana Dani nos trae una nueva reseña literaria que, en esta ocasión, nos enganchará con una obra clásica como las Cartas Marruecas, de José Cadalso. ¿La has leído?

Cartas Marruecas, de José Cadalso

Reseña de Dani A. Díaz

LA ESPAÑA ILUSTRADA

(Dedicado a mi amigo Capo, fan confeso de esta obra)

Continuamos rescatando clásicos de la literatura española y llegado es el turno para un título que llevaba tiempo pidiendo a gritos ser devorado.

José Cadalso fue un militar que murió en acción de combate en Gibraltar. A tan glorioso fin se une la inmortalidad que le concedió Cartas Marruecas, obra cumbre del género epistolar en la que ofrece una visión lúcida, sentida y sincera del devenir de la patria.

Para ello se vale de un doble artificio: constatar que lo publicado tiene su origen en un archivo encontrado en casa de un buen amigo suyo.

Tres personajes

A su vez, la urdimbre narrativa, la ilación de los diferentes puntos de vista, la argamasa que va uniendo la temática y el análisis tienen como protagonistas a tres personajes que se entrecruzan misivas:

  • El marroquí Gazel, miembro de una embajada que una vez finalizada su labor diplomática, continúa en España, sorprendiéndose de su carácter, costumbres e idiosincrasia.
  • Ben-Beley, su anciano maestro que vive en África.
  • Nuño Núñez, un cristiano hispano con el que el primero entabla amistad, y que le sirve de guía y conductor a través de nuestro paisaje, tanto físico como moral.

A lo largo del texto palpita el espíritu de la Ilustración (la obra se escribió en la segunda mitad del siglo XVIII).

La idea principal subyacente es el atraso científico e industrial que sufre España respecto a otros países europeos por vicios atávicos de orgullo, pereza por el trabajo, inmovilismo o excesiva confianza en el oro americano.

Cartas MarruecasSe abordan temas como…

Prácticamente, no hay parcela que no sea abordada por el autor:

  • las relaciones paternofiliales,
  • los estamentos sociales,
  • el papel de sus majestades,
  • la profunda huella religiosa,
  • los conquistadores de ultramar,
  • la Reconquista (se citan, por supuesto, a Pelayo y Asturias),
  • la filosofía escolástica,
  • la tauromaquia,
  • el carácter de las diferentes provincias,
  • la obsesión por la fama póstuma,
  • el lujo como aspiración,
  • la languidez de la nobleza,
  • la necesidad de ensalzar las heroicidades de los antepasados,
  • la envidia que suscitan los triunfadores,
  • virtudes individuales que deberían ponerse al servicio del bien general,
  • la crisis del lenguaje,
  • el atractivo de lo extranjero,
  • los meandros de la moral,
  • el galanteo amoroso,
  • los choques generacionales…

Estilo y lenguaje

Todo ello con un estilo fluido y ese lenguaje culto y florido propio de la época que permite paladear cada frase en lo artístico y digerirla en lo didáctico.

Humor, ironía, nostalgia y amargura salpican el texto, regalando una mirada inteligente, sosegada y con intención de remover conciencias para tratar de fortalecer virtudes, aminorar defectos y, de este modo, lograr el objetivo final de la prosperidad del reino.

Un capítulo para enmarcar y que sirve de resumen de lo expuesto es el que presenta una tertulia en la que diferentes personajes claman, gimen, sollozan y se mesan los cabellos ante una desgracia acontecida.

Gazel les pregunta si la zozobra se debe a un desembarco argelino, una rebelión de los indios en las colonias o una peste; los reunidos exclaman, entre lágrimas y suspiros, que se trata de algo muchísimo peor… ¡No encuentran una cinta de un color determinado en Madrid!

Resumen…

Una obra, en fin, que debería ser de lectura obligada en establecimientos educativos no solo para entender el pasado, sino para sobrevivir al presente y afrontar el futuro.

Aconsejo la colección Austral de la editorial Espasa Calpe merced al magnífico y esclarecedor prólogo de José Miguel Caso González, catedrático de la Universidad de Oviedo.

Imprescindible en toda biblioteca que se precie.

 

El autor – José Cadalso

José Cadalso retratado por GoyaJosé Cadalso y Vázquez (Cádiz, 1741-1782). Poeta y autor de sátiras. Fue, con Jovellanos, una de las figuras literarias más importantes del siglo XVIII, heredero del desengaño de Quevedo y jesuitas en Cádiz y aprendió inglés, francés, alemán e italiano en sus frecuentes viajes por Europa. Regresó a Madrid en 1758.

Combatió en la campaña portuguesa de 1762 y fue nombrado caballero de Santiago en 1766; en ese mismo año conoció a Jovellanos. Se exilió en 1768 por ser el supuesto autor de un manuscrito que ofendía el honor de varias damas de la Corte: el Calendario manual.

Durante los dos años siguientes escribió en su destierro de Aragón los poemas reunidos en Ocios de mi juventud (Salamanca, 1773), los mejores del libro fueron escritos en honor de «Filis», la actriz María Ignacia Ibáñez, que representó el personaje de doña Ava en la tragedia de Cadalso Don Sancho García en enero de 1771.

Cadalso amó a la Ibáñez hasta su muerte en abril de 1771. Durante el año siguiente acudió puntualmente a la tertulia de la Fonda de San Sebastián en Madrid y publicó Los eruditos a la violeta y el Suplemento, sátira sobre la falsa sabiduría de los pedantes, que sin siquiera saber leer y sin estudiar mínimamente quieren opinar de todo y lo hacen con pretensiones.

El libro se estructura a partir de unas «lecciones» de poesía, filosofía, leyes, matemáticas y otros temas. El gran éxito de la sátira lo llevó a escribir Un buen militar a la violeta (1790). Pasó parte de los años 1773-1774 en Salamanca, donde conoció a Juan Meléndez Valdés.

En ese lapso escribió sus mejores libros, Cartas marruecas (1793) y Noches lúgubres (1798), que aparecieron por entregas en el Correo de Madrid (1789-1790). Fue ascendido a coronel en 1782 y quince días después murió en el sitio de Gibraltar.

La historia amorosa de Cadalso, su activo patriotismo, su atrevimiento crítico frente a las instituciones hipócritas lo hacen una figura imprescindible del prerromanticismo español.

Bibliografía

Cartas marruecas: Libro en forma epistolar de José Cadalso y Vázquez de 1774. Fue publicado por entregas en El Correo de Madrid en 1789 y en forma de libro en 1793. Tres corresponsales ficticios intercambian una correspondencia: Gazel, árabe que llega a España como miembro de la misión diplomática de su país; Nuño Núñez, español, cristiano y amigo de Gazel; y Ben Beley, viejo sabio moro, amigo del primero. Se ha perdido el manuscrito del libro.

En él se trata de la situación de España y de los españoles, pero Cadalso, prudente con la censura, evita tratar dos temas centrales: la religión y la política. Sin embargo, describe la corrupción de los políticos y el nepotismo, elogia el patriotismo y a los Borbones, al mismo tiempo que ataca a los Habsburgo por tomar más en cuenta sus ambiciones personales que el bienestar de la nación.

Defiende la institución del matrimonio y de la familia y fulmina a los malos traductores y a todos aquellos que desconocen el uso correcto de su lengua; ataca también, por crueles, las corridas de toros y en otro nivel, la institución hereditaria que lega a hombre incapaces las mayores riquezas de la clase social, basándose en una nobleza escrita en el papel, pero no refrendada ya por ningún hecho sobresaliente.

La forma epistolar de la obra de Cadalso procede de las Lettres persanes de Montesquieu (1721) y de las Chinese letters, de Goldsmith (1760-1761), que a su vez surgieron de L’espion du gran seigneur de Giovanni Paolo Marana (París, 1684-1686). Cadalso, en cambio, modifica totalmente el contenido y utiliza la carta de una manera renovadora y original.

Noches lúgubresNoches lúgubres: obra en forma de diálogo de José Cadalso Vázquez, escrita o a finales de 1772 o a principios de 1773, y aparecida por entregas en el Correo de Madrid (o de Ciegos) entre diciembre de 1789 y 1790. J. A. Tamayo señaló una edición genuina en una Miscelánea erudita de piezas escogidas (Alcalá, 1792).

En 1798, y en Barcelona, apareció la primera impresión en volumen independiente (aunque al lado de su tragedia Don Sancho García). Obra oscura, impregnada de pesimismo y presagios, no es de extrañar que siguiera la moda de los Nights thoughts (1742-1745) de Edward Young (1683-1765).

Los dos personajes principales de la obra son Tediato (un joven rico) y Lorenzo (un pobre sepulturero), que reflexionan sobre la naturaleza del hombre, la fortuna, la justicia, la razón, el amor y el suicidio. Tediato intenta desenterrar a su amada muerta; pero el anuncio del amanecer obstaculiza la tarea.

En la segunda noche, y a la espera del sepulturero, Tediato es por error detenido. En la última noche los dos protagonistas vuelven a su misión fúnebre. El ambiente nocturno, el estilo poético, la suspensión y el contraste entre los dos personajes suscitaron el interés de los románticos.

La obra, que ha sido editada por Nigel Glendinning (1961), parece incompleta (la acción queda interrumpida en la tercera noche). Aunque cabe remitir a ese estado al original, han de declararse espúreas las adiciones posteriores.

Fuente: Información extraída de Philip Ward (ed.), Diccionario Oxford de literatura española e hispanoamericana, Barcelona, Crítica, 1984, p. 125.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *