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De grumete a almirante, de Marryat

De grumete a almirante-reseña-Dani

Esta semana tenemos una nueva reseña literaria de Dani de una obra de Frederick Marryat, De grumete a almirante. ¿La has leído?

De grumete a almirante de Frederick Marryat

Reseña de Dani A. Díaz

 

AVENTURA MARINERA

Los amantes de la lectura que viajan a Madrid tienen una cita obligada en la mítica Cuesta Moyano, una travesía poblada de casetas y tenderetes que une el Paseo de El Prado con el parque de El Retiro.

Entre montañas de ejemplares siempre se esconde un inesperado tesoro. Así, cuando mi vista ya adiestrada en estas lides, divisó “De grumete a almirante”… ¡Me faltó tiempo para llevarlo al zurrón!

Marryat

De mozalbete se convirtió en uno de mis Joyas Literarias Juveniles predilectas y siempre ansié poder disfrutarlo en formato libro. Ya los primeros párrafos me trajeron inolvidables recuerdos y solo tuve que dejarme llevar por el trepidante ritmo que el autor imprime a sus obras para devorar con verdadero deleite esta estupenda aventura marinera.

Cuatro anteriores títulos de Frederick Marryat (o capitán Marryat) me habían cautivado: “El perro diabólico”, “Los cautivos del bosque”, “Propiedad del Rey” y, sobremanera, “El buque fantasma”.

El escritor londinense fue un consumado marino y participó en destacadas acciones navales (incluyendo episodios de la Guerra de la Independencia Española); sus vibrantes experiencias son trasladadas al papel con energía y verismo, de tal modo que el lector es arrastrado como cascarón de nuez en un mar vertiginoso de aventuras, vicisitudes y peripecias.

De grumete…

La novela que hoy homenajeamos (dentro de su dilatada producción) contiene todos los ingredientes para saciar el apetito de aquellos que buscan apasionantes singladuras, terribles huracanes, duelos artilleros entre veleros, fieros abordajes…

Se narra la vida de Pedro Simple, un muchacho al que su familia envía a la Armada para tratar de hacer carrera; comienza su periplo como guardiamarina y muy pronto, merced a su coraje y al trato respetuoso con mandos y compañeros, va ascendiendo en el escalafón.

Novela coral

Aunque la trama se centra en este empático héroe (capaz de atesorar nuestros sueños juveniles) cabría hablar de novela coral, pues hay tiempo para asomarnos a las historias de otros protagonistas (el oficial O’Brien o el contramaestre Chucks), incluso los personajes anecdóticos están revestidos de cualidades tan singulares que calan hondo, como

  • el capitán obsesionado con la carne de cerdo,
  • su esposa que aporrea el piano,
  • el carpintero que cree con fervor que cada acción de nuestras vidas es eco de una situación similar que se repite cada miles de años,
  • el oficial parlanchín que llega a creerse sus propias mentiras,
  • el mando holgazán que cuando se le comunica la presencia de una tormenta advierte que le avisen cuando haya pasado…

El tono

Si bien abunda la parte de acción épica (persecuciones de presas, cañoneo entre embarcaciones, asaltos en botes a fortalezas costeras, duelos de honor, huida de prisiones…), el tono se relaja con divertidas escenas de humor (inocentadas a los nuevos reclutas, la astucia de los oficiales para detectar la relajación de la disciplina, las francachelas en los días libres en tierra…).

Y, por supuesto, no debe faltar la dosis de romance con Pedro, enamorado perdidamente de la dulce y bella Celeste.

En paralelo a los episodios en la mar transcurre una emocionante subtrama con un perverso familiar del protagonista resuelto a dejarle sin la cuantiosa herencia del patriarca de la familia, un rico lord: acusaciones, ultrajes, consejos de guerra, difamaciones…

Iremos saltando de emoción en emoción, con ritmo, insisto, endiablado, alternando las luchas con corsarios y las asechanzas terrestres.

A destacar el alto sentido del honor que ennoblece todo el texto, con escenas de cautivos tratados con respeto por sus captores, prisioneros civiles liberados para que puedan llegar a la costa, ayuda desinteresada en una población arrasada por la fuerza de los elementos, sacrificio de la propia vida por rescatar a seres que se ahogan, lealtades a prueba de bomba…

En resumen…

En conjunto estamos ante una estupenda oportunidad de asomarnos a ese particular universo de Marryat, un escritor que inició un género al que posteriormente se adscribirían titanes como Conrad, Forester u O’Brian. Señalar que, amén de su mérito con la pluma, fue miembro de la Royal Society y condecorado con la Legión de Honor.

A través de sus páginas se siente la brisa, las velas se hinchan, la tripulación trepa por los obenques y flechastes, las poternas de los cañones se abren, los oficiales miran por el catalejo, la expectación corre por toda la cubierta, en lontananza se divisa una silueta… ¡Y el lector bendice todos y cada uno de los momentos narrados!

Mención especial para el formato, esa maravillosa colección en tapa dura de la editorial Bruguera con el dibujo de los personajes principales en el lomo; en el interior, además de la edición íntegra, podremos disfrutar de las magníficas ilustraciones de Francisco Blanes Aracil.

¿A qué estáis aguardando?

¡Subid pronto por la pasarela que zarpamos, voto a bríos!

¡Timonel, a las cabillas!

¡Largad todo el trapo!

 

El autor

frederick-marryatFrederick Marryat (Londres, 1792 – Norfolk 1848) Fue un marino y novelista inglés. Entró al servicio militar de marina muy pronto a bordo de la fragata «Impérieuse», comandada por Lord Cochrane, donde combatió a corsarios y franceses.

Basándose en su gran experiencia marítima escribió numerosos libros de aventuras marítimas como: “El pirata”, “El holandés errante”, “El pachá de innumerables cuentos”, entre otros.

Marryat se enroló en la Armada Real a los 14 años, donde sirvió hasta los 38. Participó en la guerra de 1812 y llegó a capitán gracias a destacarse en numerosas misiones tanto de guerra como científicas.

Cuando dejó la marina se dedicó por completo a la literatura. Fue autor de relatos y novelas, tanto basados en la vida del mar como dedicados a la literatura juvenil o el horror victoriano.

Las escenas y experiencias de su vida en el mar son la base y la esencia de sus novelas. La primera, Frank Mildmay, se publicó en 1829, y le siguieron más de treinta, entre las que sobresale su título autobiográfico El guardiamarina Easy.

En general, su obra es propia de su época, con las preocupaciones por la familia y el estatus social que a menudo eclipsan la acción en el mar.

Lo admiraron grandes escritores como Joseph Conrad o Ernest Hemingway, y también influyó en C. S. Forester y el más destacado de todos en el género, Patrick O’Brian. En su última etapa también escribió para los niños.

Su título más famoso fue Los cautivos del bosque.

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