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El club de los suicidas y El diamante del Rajá
de Robert Louis Stevenson
Reseña de Dani A. Díaz
Esta semana contamos con una nueva reseña de Dani para sumergirnos en el misterio, la intriga, la acción, el romance…, y todo de la mano de Robert Louis Stevenson, con sus relatos El club de los suicidas y El diamante del Rajá.
«TUSITALA» en plena forma
A STEVENSON le hubiese bastado con escribir LA ISLA DEL TESORO para morar toda la eternidad en el Olimpo de la Literatura.
Afortunadamente, el autor escocés no se conformó con ello, y nos dejó un abundante y maravilloso legado: El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde, Flecha negra, El señor de Ballantree, Aventuras de David Balfour, Cuentos de los mares del sur…
Menos conocidas por el gran público son una colección de relatos reunidos en Nuevas noches árabes; una especie de remedo de Las mil y una noches con las historias engarzándose hasta constituir un todo.
La editorial Valdemar, siempre al rescate, nos ofrece en este volumen dos de estas aventuras: «El club de los suicidas» y «El diamante del Rajá».
Los títulos ya atesoran un poder evocador tal que uno se lanza a devorar sus páginas con la mayor de las ilusiones.
Las ilusiones no se desvanecen y el lector más exigente será saciado con un torrente de secuencias preñadas de misterio, suspense, acción, intriga, humor y romance.
Los suicidas del primer relato forman un curioso club londinense en el que sus miembros se reúnen en torno a una mesa.
Después, se reparten cartas hasta que el as de espadas designa a quien debe morir, mientras que el as de bastos transforma a su poseedor en el verdugo encargado de ajusticiar.
A partir de este atractivo planteamiento… ¡emoción a raudales!
No faltarán a la cita los típicos cocheros, las farolas de gas, la neblina, los lances de honor, los militares con misión en la India, las mujeres fatales, las bandas de delincuentes, una fiesta de disfraces, los ajustes de cuentas e, incluso, los avatares de un ataúd.
En cuanto al preciado diamante, resultará ser una joya muy viajera y con una enfermiza afición a cambiar de manos, zambullendo al lector en una creciente espiral de enredos, persecuciones, añagazas, criminales, detectives, secretos de familia, vagones de tren, palcos de ópera, amores apasionados…
El mismo personaje, el príncipe Florizel de Bohemia
Sobre ambas aventuras planea la egregia figura del príncipe Florizel de Bohemia y su lugarteniente Geraldine, un miembro de la realeza europea al que le pierden los deseos de vivir nuevas experiencias y embarcarse en atractivas misiones no exentas de peligros a cada paso.
Pero, si los argumentos de por sí ya despiertan la llama del interés, esta se aviva merced a la prosa y el estilo tan característicos de Stevenson.
Su facilidad para hilvanar historias con frases sencillas pero elocuentes; un ritmo vivaz, personajes fascinantes, escenarios de leyenda, las palabras exactas en cada momento, diálogos chispeantes y ese espíritu anhelante de aventurero descubridor.
No en vano fue llamado «Tusitala» (el contador de historias) por los aborígenes de Samoa, archipiélago donde reposan sus restos cara al Pacífico.
¡¡Gracias, maestro, por tantos y tan buenos ratos que me haces pasar con tus narraciones!!
Sinopsis
Ambos relatos fueron publicados primeramente en la revista «London» y recogidos más tarde como núcleo en el libro que, bajo el título de «Las nuevas Mil y una noches» apareció en 1882.
Los dos relatos que integran este volumen narran las innumerables peripecias del príncipe Florizel de Bohemia, inolvidable personaje aficionado a la vida aventurera y excéntrica, y que es una más de las inolvidables criaturas debidas al ingenio de R. L. Stevenson.
Si en El club se los suicidas Florizel se ve sometido a la persecución implacable de un peligroso asesino, en El diamante del Rajá lo hallamos entregado a la apropiación de una joya de incalculable valor.
Datos del libro
Título: El club de los suicidas y El diamante del Rajá
Autor: Robert L. Stevenson
Editorial Alianza
Año 2008
200 páginas
Robert Louis Stevenson
(Edimburgo, 1850 – Vailima Upolu, Samoa Occidental, 1894) Escritor escocés. En la tumba de Stevenson, en una lejana isla de los mares del Sur a la que se retiró por motivos de salud, figura grabado el apodo que le dieron los samoanos: Tusitala, que en español significaría «el contador de historias». En efecto, la literatura de Stevenson es uno de los más claros ejemplos de la novela-narración, el «romance» por excelencia.