Million Dollar Baby, de Clint Eastwood, una nueva reseña de cine de Carmelo Gimeno. Morgan Freeman y Hillary Swank, bajo la atenta mirada del director y actor, Clint Eastwood.
¡Nos encanta la gran pantalla! ??
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Million Dollar Baby, de Clint Eastwood
Million Dollar Baby: ¡No olvides protegerte!
Million Dollar Baby (2004) es una película «mayor» de un cineasta grande como Clint Eastwood que, unos 10 años antes había alcanzado la cumbre con “Sin perdón”, uno de los mejores westerns del cine
Aquí, es Scrap (Morgan Freeman) el que nos cuenta la historia de Frankie Dunn y Maggie.
Se trata de un veterano entrenador de boxeo y su pupila, una chica con gran fuerza de voluntad y espíritu de superación, que a toda costa quiere convertirse en la mejor boxeadora y quiere ser entrenada por Frankie, al que considera el mejor.
No va a ser fácil para ella, pero gracias a su tesón y a la demostración del interés que tiene en el boxeo, convencerá al viejo preparador de que la entrene.
Dos historias en una: el ascenso y la caída
En Million Dollar Baby hay como dos historias en una. En la primera parte asistimos al ascenso de ella en el mundo del boxeo femenino.
Si quieres lograr una meta, te empeñas en ello y entrenas duro junto a, probablemente, el mejor entrenador del mundo, seguramente vas a conseguir lo que consigue Maggie, llegar al combate final de tu categoría.
Hasta ahí todo va sobre ruedas, todo marcha perfecto. Maggie es una buena alumna, es lista, con coraje y una voluntad de hierro para entrenar cada día, a la vez que trabaja como camarera.
La chica va ganando todos los combates en el primer asalto sin problema e incluso tiene que hacer algunas peleas más largas para ganar la atracción de público.
Frankie siempre le advierte a Maggie de una lección básica. ¡No olvides protegerte siempre!
En el fondo él se siente culpable de la pérdida del ojo de su amigo Scrap, que es el que mantiene el gimnasio y vive allí mismo. Scrap fue un boxeador que llegó a lo más alto y que en un combate perdió la visión del ojo.
Frankie considera que debería haber parado esa pelea y sin embargo no lo hizo.
En parte es por eso, por su sentimiento de culpa, por lo que va cada día a la Iglesia desde hace 23 años. Por eso y porque es un irlandés católico.
Frankie parece estar solo en el mundo, pero tiene una hija con la que no se comunica. Maggie hace un poco el papel de hija para Frankie.
Como él mismo Clint Eastwood dijo en alguna entrevista, se trata de una historia de amor, más que de boxeo, pero no de un amor romántico, sino de un amor padre-hija.
Y estoy de acuerdo con él. Lo que ocurre es que, si bien ciertamente estamos ante un amor profundo, lleno de respeto y admiración mutua, también hay otros dos temas principales en esta película, que son el boxeo y la eutanasia, entendida como elección de la propia muerte cuando ya no hay ningún remedio para la vida.
Una visión moderna de la eutanasia
Eastwood no se anda con tonterías (no lo hace nunca) y la solución en Million Dollar Baby se consigue superando una visión un tanto obsoleta de la religión católica, y trascendiendo del papel de Dios en la muerte.
En este caso es un hombre el que dispone de la vida de su amada porque ella se lo pide, y porque considera, pese a sus recelos iniciales, que Maggie ya lo ha vivido todo, lo mejor y lo peor, y no quiere que se consuma durante años inmóvil en una cama
La boxeadora se muerde la lengua dos veces intentando el suicidio y ese es demasiado dolor para Frankie, así que accede a desconectarle de la máquina que la mantiene con vida e inyectarle una dosis letal
Es en ese momento cuando los dos personajes quedan en paz y Frankie va al restaurante donde hacen la mejor tarta de limón y en el que había vivido uno de los mejores momentos con su alumna. Allí desaparece del mundo, incluso para su amigo Scrap.
El punto culminante de Million Dollar Baby
Para quien no haya visto esta película, llegaremos al mejor momento, con más emoción y con más adrenalina, con el combate por el título de Maggie, “Mo cuishle” (mi amor, mi sangre), tal como la llama Frankie.
Es una escena definitiva, y muy lograda a nivel emotivo y técnico. Maggie lucha por la gloria, pero se encuentra con la Osa Azul, una contrincante, la actual campeona, sucia, con mala fe, y que actúa a traición, golpeando a nuestra heroína en el momento en que se retira hacia su esquina del ring.
Es un juego sucio, que nos da una rabia que nos duele en el alma. La imagen se hace -cámara lenta- y vemos la caída de Maggie, rompiéndose la columna.
Sabemos que ya no va a haber remedio. Maggie no sólo no gana, sino que pierde gran parte de su vida en ese momento de descuido, en el que, desgraciadamente, no se ha protegido bien.
¡Con cuántas osas azules nos encontramos en nuestra vida! Personas dispuestas a ganar, con malas artes, haciendo trampa, y destrozando al otro con tal de lograr la victoria. Y que ganas dan de noquearlas con la misma fiereza y juego sucio
Cuando la pena nos alcanza
No es que Million Dollar Baby sea una peli solo de lágrimas, pero la verdad es que yo lloro bastante desde que la Osa Azul destroza a Maggie.
No sólo porque rompe sus sueños y acaba con su vida tal como había sido hasta ese momento, sino también porque vemos las miserias de la familia de la joven púgil, y porque Frank renuncia a todo para cuidarla, olvidándose hasta de lo que más le ha importado siempre: el boxeo, y su amigo Scrap.
Ahí la pena se hace intensa y la película duele, alzándose como una gran obra. A diferencia del gran sueño americano que vemos cumplir en muchas películas, aquí se produce el descenso al infierno.
Nos encontramos con una imposibilidad de seguir con las ilusiones, las metas, con una falta de interés por vivir, cuya solución sólo parece ser la muerte.
Concluyendo, Clint Eastwood construye con Million Dollar Baby una enorme película, que recibió 4 Oscar muy importantes, mejor película, mejor director, mejor actriz (Hillary Swank) y mejor actor de reparto (Morgan Freeman).
Y nos regala una historia que se graba en la memoria y se recuerda, haciéndonos pasar dos horas entretenidas y profundas.
El viaje de ida es en avión, y el de vuelta en ambulancia
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