Blog

Avispa de ERIC FRANK RUSSELL

Avispa de Erick Frank Russell-reseña-Dani

Una semana más vamos a disfrutar con una nueva reseña de Dani A. Díaz, quien nos comenta Avispa, de Eric Frank Russell. ¿La has leído?

Avispa de Eric Frank Russell

Reseña de Dani A. Díaz

ESPIONAJE INTERPLANETARIO

(Dedicado a Segundo, un especialista del género)

Animado por mi amigo a adentrarme con más frecuencia en el mundo de la ciencia-ficción y aprovechando la oportuna recomendación de don Alfredo Lara (¡qué privilegio poder contar con un librero que conoce a la perfección tus gustos y preferencias!) decidí darle una oportunidad a este sugerente título que se consideró durante mucho tiempo como “la biblia de la propaganda subversiva”.

“Avispa”

Aunque “AVISPA” se encuadra en el género mencionado, bien podría contar con la etiqueta de novela de espionaje.

El inglés ERIC FRANK RUSSELL, un consumado experto en la materia y miembro de la Sociedad Interplanetaria Británica, sitúa la narración en el contexto de la guerra entre el planeta Tierra y la Mancomunidad Siriana, pero bien podría haber mencionado la Alemania nazi de la Segunda Guerra Mundial o cualquiera de los países ocupados por ella.

A lo largo de las doscientas cuarenta páginas de esta magistral novela no aparecerán rayos láser, máquinas fantásticas o extrañas criaturas salidas del universo Starwars, sino que la ambientación no desentonaría de una clásica película de comandos o de algún título mítico de Ken Follett o Frederick Forsyth.

James Mowry

El protagonista absoluto de la función, James Mowry, es reclutado a la fuerza para ser lanzado en un planeta enemigo y dedicarse a tareas de infiltración, sabotaje, creación de rumores falsos y, en definitiva, todo lo que contribuya al debilitamiento de la moral extraterrestre.

Avispa de Frank RussellSu jefe le plantea tres curiosas noticias:

  • los tumultos que se originan cuando una muchedumbre imita a un hombre que permanece quieto mirando al cielo (¿quién no ha comprobado una actitud semejante en nuestras calles?);
  • la huida de unos convictos que para su captura movilizan a miles de agentes, telefonistas y funcionarios;
  • y la repentina entrada de una avispa (de ahí el título) en un coche ocasionando un accidente de tráfico que se salda con varias muertes.

La moraleja es clara: el espía ha de valerse de su aguijón y crear confusión, caos, incertidumbre en la retaguardia enemiga para malgastar sus recursos militares que podrían haberse utilizado en el frente. Una vez posado en el planeta Jaimec, tras elegir cuidadosamente un lugar de aterrizaje (cercano a una cueva en un denso bosque), se disfraza de una de las múltiples personalidades previstas y comienza a actuar.

Las primeras acciones no serán violentas dedicándose a deslizar entre la población la idea de la gestación de una organización contraria al régimen, el Partido Siriano de la Libertad; la ciudadanía, harta de una guerra que dura demasiado, no verá sin simpatía la existencia de ese corpúsculo de resistencia; los siguientes pasos ya serán más atrevidos y contundentes: envío de cartas amenazantes a altos cargos públicos, el asesinato de un mando de la temida policía secreta Kaitempi (inevitable recordar la Gestapo), soborno a hampones para trabajos sucios, liberación de unos presos, paquetes-bomba, minas magnéticas en buques mercantes (vitales para la supervivencia económica)…

Ritmo, estilo y…

Todo ello con una viveza narrativa, un ritmo de road-movie, un estilo fluido y una atmósfera de suspense que ya no es que garantice entretenimiento a raudales, sino que maniata al lector, lo convierte en un pelele y no lo suelta hasta la conclusión de la historia.

A quien le gusten los clichés habituales del mundillo de los espías le goteará el colmillo con:

  • maniobras evasivas para prevenir seguimientos,
  • sucesivos cambios de domicilio,
  • utilización de consignas en estaciones ferroviarias,
  • elección de mesas cara a las entradas en restaurantes o cafés,
  • aplomo y naturalidad a la hora de esquivar controles policiales,
  • falsificación de documentos,
  • borrado de huellas (dactilares y de neumáticos),
  • instalación de detectores,
  • fabricación artesanal de explosivos,
  • vigilancias nocturnas,
  • empleo de carreteras secundarias,
  • meterse en el cerebro del otro para tratar de averiguar sus planes,
  • sexto sentido a flor de piel,
  • llamadas telefónicas breves para no señalar ubicación,
  • evaluación de rutas de escape…

Tensión

El autor logra contagiar la tensión permanente que vive el protagonista, sometido a una implacable caza del hombre, de tal manera que nos sentimos parte viva de la misión a cumplir, y respiraremos aliviados tras sortear redadas sorpresa, o atravesar sin incidentes un puesto policial con barrera.

Amén de las aventuras detectivescas de nuestro héroe se irá informando de las dudas crecientes en el gobierno, del progresivo empleo masivo de recursos para terminar con las actividades del terrícola y del engaño que viven los civiles con una frase memorable para el recuerdo: «Durante meses hemos estado retrocediendo triunfalmente ante un desmoralizado enemigo que sigue avanzando en el mayor desorden».

En resumen

¡Caviar! Aventura, acción, suspense, misterio, humor y ciencia-ficción… ¡Un cóctel sabroso y adictivo como pocos!

¿A qué estáis esperando para saborearlo?

El autor

Eric Frank RussellEric Frank Russell (1905-1978) nació en Camberley (Surrey, Inglaterra), llegó a la ciencia-ficción tras su adscripción en 1930 a la Sociedad Interplanetaria Británica.

Fue el primer escritor de dicho país en colaborar regularmente con Astounding y otros magazines norteamericanos de ciencia ficción, lo que en ocasiones llevó a provocar dudas acerca de su verdadera nacionalidad.

Obras

De hecho, su primera gran obra, Barrera siniestra, aparece publicada primero en el número uno de la revista Unknown (marzo de 1939) y en forma de libro cuatro años después.

En 1956 llega otra de sus obras fundamentales, Tres que capturar, una trepidante historia en la que la Tierra tiene que defenderse de una invasión de alienígenas del planeta Venus capaces de infectar y suplantar seres humanos.

Apenas un año después llegaría Avispa, basada en sus experiencias durante la Segunda Guerra Mundial y considerada en su momento como la biblia de la propaganda subversiva.

Con posterioridad, Russell añadió a su palmarés otros títulos igualmente destacados pero inéditos en nuestro país, como Dreadful Sanctuary (1948), (1953), Sentinels from SpaceThe Space Willies (1958), Dark Tides (1962), The Great Explotion (1962), The Mindwarpers (1964), Deep Space (1974) o Like nothing on Earth (1975).

Relato corto

Russell fue también un maestro del relato corto donde cosechó algunos de sus mayores éxitos:

  • “Allamagoosa”, premio Hugo 1955 a la Mejor Historia Corta,
  • o la saga protagonizada por el robot humaniforme Jay Score y el resto de la tripulación mixta humano-alienígena de la nave exploradora Marathón.

Las expediciones y aventuras de esta saga -compuesta por las historias “Symbiotica”, “Mechanistria” y “Mesmérica”-, recopiladas en 1955 en la antología Men, Martians and Machines, recuerdan a clásicos del calibre de Los viajes del Beagle Espacial de A. E. Van Vogt (1950) o el Star Trek de Gene Roddenberry.

Otras recopilaciones de historias de Russell como Six Worlds Yonder (1958), Far Stars (1961) o The Best of Eric Frank Russell (1978) incluyen relatos no menos memorables como “El coleccionista” (1947), “Querido demonio” (1950) o “Diabológica” (1955), algunos fueron publicados en nuestro país por la ya citada revista Nueva Dimensión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *