Una semana más vamos a disfrutar con una nueva reseña de Dani A. Díaz, quien nos comenta esta semana Corazones de hielo, de James Oliver Curwood. ¿La has leído?
Corazones de hielo de James Oliver Curwood
Reseña de Dani A. Díaz
AVENTURA Y DRAMATISMO EN EL ÁRTICO
Arrancamos un nuevo curso literario y he elegido para la ocasión al que se ha convertido en mi escritor-fetiche durante los últimos tres años. ¡Bendito sea el día en que lo descubrí en una feria del libro de Alcalá de Henares!
Con Corazones de hielo ya son trece las obras disfrutadas con la firma de JAMES OLIVER CURWOOD… ¡Y ninguna ha bajado del sobresaliente!
Es más, El oso se ha convertido en una de mis piezas de cabecera sin discusión.
¿Las claves para que me haya hechizado de esta manera?
Primero, su fuerza evocadora
En primer lugar, su fuerza evocadora arrojando al lector a las inmensidades blancas del Canadá, los desiertos árticos infinitos, los inmensos bosques, los salvajes ríos, el imperio de la soledad donde solo sobreviven un puñado de valientes: indígenas, tramperos, miembros de la Policía Montada…
Unos parajes agrestes y terribles donde la Gran Madre Naturaleza conserva todo su poder y esplendor: rebaños de caribúes, manadas de lobos, ulular de lechuzas, icebergs resquebrajándose, fieras ventiscas, auroras boreales, tímidas apariciones del disco solar, horizontes inabarcables…
Y en esa tierra inhóspita descubrimos cabañas de cazadores, trineos tirados por perros, pequeños establecimientos comerciales o puestos militares de avanzada, exploradores, voyageurs, iglús, esquimales, campamentos indios…
Un mundo fascinante para los que amamos la evasión y el sentirnos en otra época y lugar.
La prosa, en segundo lugar
Sumemos, en segundo lugar, una prosa fluida, rítmica, sencilla, nacida del alma, un arroyo cantarín de montaña que hace presa en el lector, lo embriaga, lo seduce, lo hipnotiza, lo enamora; cada párrafo se paladea con verdadero deleite.
Los personajes, los terceros
La tercera piedra angular la constituyen los personajes: empáticos, de una pieza, dueños de sentimientos nobles y primarios, hombres y mujeres valientes en un medio hostil que siguen los dictados del corazón.
El armazón, el cuarto
El armazón se completa con unas tramas atractivas, plenas de acción, con grandes dosis de aventura, dramatismo, pasión y romance.
Estas cuatro características están presentes y en grado sumo en la novela que hoy analizamos.
Argumento
El argumento gira en torno a la vida del sargento William MacVeigh, el gran protagonista, un hombre curtido en mil batallas, encargado de la captura del forajido Scottie Deane y que se verá envuelto en diversas situaciones límite tanto físicas como morales.
Curwood
Curwood no solo traza con maestría inigualable las durísimas condiciones de vida en el Ártico (tormentas de nieve, hambre angustiosa, sed devoradora, cientos de millas sin un solo ser vivo, fieras depredadoras…), sino que sabe ahondar en el alma y nos presenta las angustias vitales, los secretos íntimos y las dudas existenciales de sus héroes, verdaderos titanes frente a las adversidades climatológicas, pero conservando un corazón que los humaniza.
Intensidad sin tregua
El presente volumen emana una intensidad brutal y el lector no conocerá tregua:
- persecuciones en la nieve,
- ataques de kogmollocks,
- traiciones de renegados,
- chasquido de látigos,
- guías indios,
- balleneros náufragos,
- vivaques improvisados,
- tumbas solitarias,
- cartas misteriosas,
- peleas a vida o muerte,
- la hecatombe del invierno 1909-1910,
- la peregrinación por tierras de resonancias totémicas (Atabasca, Slave, Mackenzie, Saskatchewan) …
Un suspense «in crescendo» irá maniatando sin resuello hasta un estallido final no apto para cardíacos.
En resumen
Una novela que deja una huella indeleble, que emociona y estremece, que resume el excelente hacer de un escritor en estado de gracia para el que Joseph Green dedica unas palabras que lo retratan a la perfección: “No se esfuerza, Curwood, en parecer exquisito, pulido, y hay ciertamente escritores más robustos y variados, pero yo no sé de ninguno que logre interesar más pronto a los lectores jóvenes o a los adultos que conservan intacto el prodigioso espíritu de la juventud.”
¡Gracias por estas joyas literarias, maestro!
El autor
James Oliver Curwood empezó a escribir sus primeras historias a los nueve años. El 23 de noviembre de 1894 el diario local The Argus le publicó un cuento.
En 1906 había decidido… Seguir leyendo