Esta semana Daniel comparte con nosotros una nueva reseña de Curwood, uno de sus autores de cabecera (y nos lo demuestra a lo largo de sus comentarios). Recordemos un clásico, una nueva aventura.
El valor del capitán Plum de James Oliver Curwood
Reseña de Daniel A. Díaz
UN ESPECTÁCULO POÉTICO Y SALVAJE
Definitivamente, James Oliver Curwood se ha convertido en el escritor de esta temporada literaria… ¡me ha cautivado por completo!
Quinta novela en el zurrón y ya el colmillo gotea pensando en la siguiente… Repasemos los jalones de la ruta: lo descubrí con El bosque en llamas, fue un amor a primera vista. Un libro palpitante como pocos; a continuación, seguí con Las llanuras de Abraham, matrícula de honor. La mejor obra sobre la lucha por el Canadá que me zampé en la vida; después llegó El oso y, ¿qué decir?, libro de cabecera y uno de mis referentes, parte de mi propia esencia; después cayó El ángel de Peribonka, este «solo» alcanzó el notable.
Y ahora el quinto , El valor del capitán Plum, logra de nuevo otra matrícula por varios motivos que ya os constato que son marca de la casa, como una prosa evocadora que nos traslada a mundos de aventureros, colonos, tramperos, hombres de acción y mujeres abnegadas; una madre Naturaleza en estado puro con regiones vírgenes no holladas por los humanos; un ritmo narrativo ágil, vivaz, impetuoso como un torrente con el lector convertido en juguete de la furia de los elementos; un cosmos de intensidad arrebatadora, pasiones febriles, encendidos sentimientos, atavismos sin aditamentos; un romanticismo a flor de piel, valiente, entregado, exultante; unos personajes atractivos cincelados a golpes de emociones primitivas; y, como guinda, unos nombres exóticos, sonoros, inolvidables: Obadia Price, Jeekum, Strang, Macdougall, Winnsome, Arbor Croche…
En la presente ocasión nos hallamos en los territorios del lago Michigan y en zona dominada por los fieros e implacables mormones. A lo largo de ciento cincuenta páginas maravillosas asistiremos a un carrusel de iras, celos, romance, aventura, misterio, secretos de familia, peleas, desembarcos, persecuciones, sacrificios, amistad, nobleza, miedo, angustia…, no faltando una tortura que deja al lector sin habla… ¡la muerte recta!
Fueron muchos los momentos en los que me apeteció posar el libro, ponerme en pie, y aplaudir en homenaje a Curwood. La mejor de las noticias es que tiene una treintena de títulos publicados en español… ¡¡qué majestuoso festín me aguarda!!
Gracias, maestro, por haberte dado a conocer y regalarme tantas horas felices y dichosas.
«No se esfuerza Curwood en parecer exquisito, pulido, y hay ciertamente escritores más robustos y variados; pero yo no sé de ninguno que logre interesar más pronto a los lectores jóvenes, o a los adultos que conservan intacto el prodigioso espíritu de la juventud». Joseph Green
Como siempre, puedes leer más reseñas literarias en el enlace… disfrútalas!