Y siguiendo con el lema de #LosLibrosNoCaducan, una nueva reseña de Dani que estamos seguros disfrutaréis mucho…
Paisaje con reptiles de Pilar Pedraza
Por Dani A. Díaz
Datos del libro
Título: Paisaje con reptiles
Autora: Pilar Pedraza
Editorial: Valdemar
Año: 1997
Páginas: 176
Colección: El club Diógenes
Sinopsis
Pilar Pedraza, escritora singular y de culto en el ámbito de nuestras letras, autora entre otras obras de una extraordinaria novela emparentada con la tradición más cruel de la literatura gótica, La fase del rubí, y más recientemente Las novias inmóviles, nos ofrece en esta ocasión una historia preñada de brujería y erotismo: Paisaje con reptiles, una narración de ritmo magistral, en la que realidad y sueño -o vigilia y pesadilla- se confunden en el ambiente tórrido de una pequeña isla tropical.
Alicia, joven pintora y soñadora empedernida, va a pasar unos días con Julius, su marido, un ingeniero de mente científica destinado a la plataforma petrolífera de la isla para analizar una misteriosa mancha que se extiende por el mar, una mancha viscosa formada por residuos tóxicos y algas en descomposición que parece haber cobrado vida propia y amenaza la paz secular de los isleños.
Pronto su solitario deambular lleva a Alicia a descubrir extrañas conexiones entre la mancha, Julius, las sangrientas leyendas de la isla y una inquietante niña-bruja, «sacerdotisa de las tortugas», que la sumergen en una experiencia mágica y aterradora.
Pilar Pedraza ha logrado en esta novela crear una atmósfera de intensidad creciente, donde la degradación de la naturaleza se corresponde enigmáticamente con la degradación física y moral de algunos personajes.
Opinión
PILAR PEDRAZA, especialista en atmósferas inquietantes
La escritora toledana ha vuelto a confirmar las buenas sensaciones que ya me comunicó con sus novelas Lucifer Circus, Mystic Topaz y Arcano trece. Un mundo que mezcla realidad y magia, experiencias mundanas y fantasmagorías, inocentes acontecimientos que rezuman terribles peligros. Un universo pródigo en detalles macabros, angustiosos… terroríficos.
En primer lugar, Paisaje con reptiles narra las vivencias de una joven pintora que viaja a una isla tropical en busca de su marido, un ingeniero que es llamado para analizar una extraña mancha en el mar cerca de una ruinosa plataforma petrolífera.
No obstante, la aparente intrascendencia del arranque de la novela va dando paso a una serie de detalles desasosegantes, minando la calma del lector: el sacrificio de una tortuga por parte de unos críos, una muchacha de mirada extraña, gestos esquivos de los naturales del lugar, viejas leyendas, momentos oníricos, un zaguán misterioso…
Sin embargo, a mitad de trayecto nos adentramos de manera definitiva en el terror con la visita a otro islote casi despoblado donde sus habitantes presentan manchitas en la piel fruto de una extraña enfermedad. A destacar la pavorosa figura de un sueco, antaño un bello titán y hoy convertido en un ser espectral. La atmósfera de zozobra parece influir en el comportamiento y maneras de la pareja protagonista provocando momentos de ira, celos, desconfianza y podredumbre moral.
Además, el malestar y el desánimo se aceleran hasta estallar en una vorágine salpicada de hechicería y vudú que nos deja sin resuello.
Por momentos nos evoca la magnífica película: «¿Quién puede matar a un niño?» de Narciso Ibáñez Serrador.
En suma, una novela que garantiza el buen hacer habitual de Pilar que zarandea el alma, no siendo apta para espíritus sensibles.
Desde luego, no es fruto de la casualidad que sea una de las musas de la editorial Valdemar.
