De nuevo, nos encontramos ante otra de las reseñas de Dani A. Díaz, quien nos habla de un clásico del cine bélico y de aventuras, El desafío de las águilas,  de Alistair MacLean.

El desafío de las águilas de Alistair Maclean

Reseña de Dani A. Díaz

El autor se enroló en la Royal Navy en 1941 y combatió en la Segunda Guerra Mundial lo que le permite utilizar un estilo muy directo, logrando así que el lector piense que está leyendo una obra muy realista.

Un best seller que inspiró un clásico del cine bélico

¡Cómo olvidar lo emocionado que salí del «Albéniz» tras disfrutar con la trepidante película El desafío de las águilas!

Esas bellísimas secuencias en la nieve; el castillo, orgulloso centinela del paisaje circundante; los uniformes de cazadores alpinos; la eficaz pistola con silenciador; las vibrantes persecuciones; la magnífica banda sonora…

Lo que no sospechaba era que estaba basaba en una novela y la sorpresa morrocotuda me la llevé cuando descubrí que su autor era Alistair Maclean, quien me había hecho disfrutar a rabiar con otro título legendario: Los cañones de Navarone.

Leer este relato de espías y comandos equivale a revisar fotograma a fotograma este clásico del séptimo arte pues al escritor se le hizo el encargo de elaborar un guion para una cinta bélica y, una vez finalizado, lo noveló justo antes del estreno cinematográfico.

Libro y película supusieron un éxito espectacular.

Quizás, en mi caso concreto y al tener frescas las imágenes, me perdí la tensión y el suspense del lector primerizo.

Como comenté, el film es un calco del relato. A cambio, fue como visionar de nuevo ese cúmulo de secuencias que me marcaron en la adolescencia y que se reforzaron ya de adulto gracias a la asombrosa escena del salón del castillo (con un giro de tuerca brutal e insospechado).

Así que volví a lanzarme con paracaídas en las nevadas laderas bávaras; vigilé con prismáticos las medidas de seguridad de la fortaleza; pedí una cerveza espumosa en la cantina de la población; y me cité con Mary en la leñera para darle las últimas instrucciones de la misión.

Pero también ascendí por los muros sin atreverme a mirar los terroríficos acantilados; coloqué cargas explosivas por rincones estratégicos; me escabullí del suspicaz oficial de las SS, e inutilicé el helicóptero del comandante y jefe.

Sin olvidar que peleé a brazo partido en el techo de un teleférico; conduje a toda velocidad un autobús quitanieves; realicé una incursión en un aeródromo militar germano; corrí a toda prisa hacia el avión de rescate; mantuve una sabrosa charla con mi superior jerárquico y… ¡cumplí la misión en todos sus puntos y detalles!

En resumen, la novela agradará a todo tipo de lector merced a la buena caracterización de los personajes y el estilo ágil, pleno de acción, fino humor y cinismo.

Para los devotos de la película supone beber de la fuente original, y disfrutar de nuevo con uno de los títulos más emblemáticos del género, que no solo no envejece, sino que parece ganar lustre.

¡Todos a bordo que despegamos!

Sinopsis

Durante la segunda guerra mundial, un comando formado por hombres de diversas nacionalidades desciende en paracaídas sobre un valle de Baviera. Su objetivo: el Nido de las Águilas, el inaccesible castillo que sirve de cobijo a los cuarteles del servicio secreto alemán. Su misión: rescatar a un general americano, prisionero de los nazis, antes de que divulgue los planes de la invasión aliada en Normandía. Pero cuando algunos miembros de la misión comienzan a sufrir “accidentes”, la verdad sale a la luz: es posible que entre ellos se encuentre un doble agente alemán. Basada en el argumento de la novela Brian G. Hutton dirigió una película en 1969 con Richard Burton y Clint Eastwood como protagonistas principales.